GAFAS PREMONTADAS VS GAFAS CON PRESCRIPCIÓN ÓPTICA
Vamos a comentar las diferencias esenciales entre adquirir una gafa premontada que podemos comprar tanto en farmacias, tiendas de todo a cien, bazares chinos etc; o adquirir una gafa con prescripción óptica remitida por un profesional de la visión (ya sea un óptico optometrista o un oftalmólogo).
1ª El precio:
Unas gafas premontadas nos pueden costar unos 15 o 20 euros, sin embargo unas de prescripción óptica unos 80 euros aproximadamente.
La diferencia en costo es bastante significativa, ya que las gafas premontadas vienen ya fabricadas en cantidades industriales sin tener en cuenta las características personales de cada paciente, sin embargo las de prescripción óptica se fabrican en exclusividad para adecuarse a las características visuales de cada persona, lo que conlleva unos gastos superiores de producción.
2º Las características visuales del paciente:
La gafa premontada no tiene en cuenta los datos fisiológicos oculares del paciente, como la distancia pupilar (DIP) que es la medida que existe entre el centro de la pupila y la nariz, éste parámetro se utiliza para evitar los mareos.
Tampoco tiene en cuenta los astigmatismos, que son defectos visuales que impiden ver el 100% de claridad en los bordes, como números y letras.
Y además las gafas premontadas tienen una graduación genérica y es la misma para los dos ojos, sin embargo las de prescripción óptica tienen la graduación exacta que posee el paciente en cada ojo.
El uso de éstos parámetros es primordial para evitar mareos por el sobre-esfuerzo visual y fatiga extra.
3º La resistencia de la montura:
La gafa premontada está fabricada con materiales muy endebles y poco duraderos, con lo cual son de fácil rotura, y están exentas de garantía.
No obstante, las gafas de prescripción óptica, están hechas con materiales de primera calidad, incluyendo sus garantías: la del fabricante que, son dos años en caso de defecto de fabricación (no incluye roturas por el mal uso, ni ralladuras en las lentes) y la que da el óptico optometrista.
La compra de unas gafas premontadas, por una persona que empieza a ver mal, acaba sustituyendo un examen visual por parte de un profesinal de la visión, con lo cual nos estamos “automedicando” y renunciando a paliar posibles problemas visuales latentes.
Concluyendo, vale mucho más la pena hacerse una gafa en un centro óptico que adecue tus necesidades visuales a la gafa que vas a llevar y además tengas la garantía de que las gafas no te van a producir mareos ni fatiga.